Para dentro de unos años …

Ayer los miré y ya no me parecieron niñ@s.

Su mundo es el mismo que el mío, pero a la vez muy distinto. Justo ahora van a subirse a la montaña rusa de las primeras emociones, los descubrimientos, la adolescencia, los límites y va a empezar a germinar la semilla de lo que ya son como personas individuales. Empiezan las curvas y deseo que tras el meneo puedan tener bonitas conclusiones.

Yo, que siempre he sido intensita, no me veo capaz de decirles esto sin que se me salte una lagrimilla. Aunque para ser sincera, también lo hago para evitarme la cara de «pero qué me estás contando» y que me miren como si fuera la pureta que me niego a ser. Pero para dentro de unos años y por si les puede servir para transitar por el planeta azul, disparo los tata-advertisements …

Hay que leer, leer y leer más. Leer abre la mente, te lleva a sitios en los que no podrás estar jamás, tanto físicos geográficamente como del interior de las personas. Hay que hablar con mucha gente, debatir, contrastar. La verdad tiene muchas caras y una opinión personal debe ser la conclusión de haber escuchado y reflexionado sobre muchas otras. Cuestionad todas las creencias y construid la vuestra propia, un argumento nunca puede ser un «porque sí» o «porque siempre ha sido así», hay que ir siempre más allá. Analizad el pasado, el sentido y la historia para poder entender el presente y no cometer los mismos errores ancestrales.

Empatía. La clave de parte de la salud mental, la compasión, generosidad y la bondad humana. Entender lo que le pasa a otro individuo o cómo ha llegado allí servirá para pasar página cuando algo os haga daño, hecho que inevitablemente tiene que suceder e incluso es necesario para crecer como grandes personas. A veces va a ser muy difícil pero hay que intentarlo. El mundo es muy grande y nosotros muy pequeños aunque se nos olvide tan frecuentemente y que algo no toque de cerca no es motivo para ignorarlo.

Cuando alguien empieza a cuestionar cosas,  a veces sucede que se le ocurren o reafirma otras maneras de vivir, sentir o pensar. Si no atacan los derechos fundamentales ajenos, serán perfectamente válidas y respetables. Pero habrá personas que podrán criticarlas o que verán como una amenaza lo «distinto» ya que lo desconocido da miedo y porque históricamente una manera única de pensar es un modo sencillo de control sobre los demás. Hay que ser valiente para remar en contra dirección y entender que lo que está bien para uno, quizás para otro no. Probablemente nunca se está tan solo como se cree cuando te sientes diferente, sólo que ser sincero y salirse de lo standard … tiene su aquel. La asertividad ayudará a defenderse cuando las críticas aprieten.

«Mi madre solía decir que el amor nunca se malgasta. aunque no te lo devuelvan en la misma medida que mereces o deseas. Déjalo salir a raudales y no tengas miedo de que te lo rompan. Los corazones rotos se curan. Los corazones protegidos acaban convertidos en piedra» (El café de los corazones rotos. Penélope Stokes). Aunque duela y sea complejo, la estima y ser consciente siempre traerá más cosas buenas que malas. Respetar y quererse a uno mismo, a los demás, a los animales, a la naturaleza y todas aquellas cosas que nos hacen vibrar. Dar gracias, ser humilde, honesto, pedir perdón, aceptar. Todo esto son buenos ejemplos de lo que puede ser el amor y de la multitud de ámbitos que abarca.

El tiempo tiene estos chistes. Un día te estabas dejando los riñones porque empezaban a caminar y de repente tienen tu misma altura o incluso más. Y yo, que seguía tan a lo mío pues resulta que también me han caído unas cuantas castañas y me redescubro con estos pensamientos entre los míos habituales de follonera y protestona. Vaya! tod@s nos hemos hecho mayores …

 Gracias 😉

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